Monday, November 28, 2016

Los abuelitos: sin duda inolvidables...

En la tierra también existen ángeles, seres que sabemos que pase lo que pasen siempre estarán dispuestos a echarnos una mano, escucharnos, alentarnos y que por sobre todas las cosas no dejarán de amarnos. No, no estamos hablando de los padres sino de los abuelos, esos seres increíbles que representan gran parte de lo que somos, quienes terminan convirtiéndose en nuestras personas favoritas y quienes siempre nos ofrecen un lugar no solo en su corazón sino también en su hogar, en el que siempre sentimos una gran calidez.

Los abuelos siempre se las terminan ingeniando para sacar lo mejor de nosotros. Son personas con las que podemos desahogar todas nuestras tristezas y sabemos que al final del día nos otorgarán el mejor consejo y por supuesto, un abrazo que nos dice que todo estará bien. Terminan convirtiéndose en nuestros protectores pero también en nuestros cómplices. Grandes amigos que nunca nos habrán de juzgar, que conocen a la perfección nuestro interior y aun así continúan apostando por nosotros. Son los mejores narradores de historias fantásticas y gran parte de los increíbles recuerdos que tenemos se los debemos a ellos. Creo que todos quisiéramos que fuesen eternos, por eso debemos aprovecharlos al máximo el tiempo que tenemos la dicha de tenerlos entre nosotros y demostrarles todo nuestro amor, admiración y respeto.

Los abuelos siempre son las personas que nos enseñan a tener paciencia, nos inspiran mayor confianza lo cual nos ayuda a abrirnos completamente y sacar todo lo que tenemos el interior, aquello que no nos deja dormir o lo que está dentro de nuestro corazón. Son maravillosos seres que nos ayudan a enderezar el camino y es que tienden a corregirnos de una manera especial y muy diferente a la de nuestros padres, además, nos ayudan a ser más críticos con respecto a nosotros mismos. Simplemente son los mejores seres del mundo entero.

Los abuelos también son el mejor apoyo emocional que tenemos cuando la familia atraviesa por una crisis o simplemente nuestros padres tienen muchos problemas. Son el mejor tesoro que tendremos en toda nuestra vida, siempre incondicionales a la hora de ayudarnos, siempre guardando nuestros secretos y siempre los mejores psicólogos que nos ayudan a superar lo que sea, incluso muchas veces la muerte de uno de nuestros padres o la separación de estos.

Los abuelos dejan una huella en el corazón imborrable, un sentimiento tan profundo en el corazón que con nada se compara. Nos termina compartiendo sus mejores experiencias y son las mismas que algún día compartiremos con nuestros hijos, pues aunque ellos partan, estas historias se quedan para siempre con nosotros.
Por alguna extraña razón siempre terminan viendo nuestro lado positivo, nos idolatran y tal vez de manera inconsciente o su amor, nos termina haciendo que nos esforcemos por ser mejores, tal vez solo por ello. Pues ante sus ojos todos nuestros fallos y defectos desaparecen y así como ellos lo creen, nos convencemos de que somos los mejores y ese mismo pensamiento nos termina impulsando a verdaderamente serlo.

Así como ellos aportan mucho a nuestra vida, los nietos aportamos vitalidad a su vida, alegría, energía y muchísimo amor, se dice que somos su mayor sostén y motivación para seguir en pie. Para ellos el cuidar de sus nietos significa mucho, pues es como volver a e-descubrir el mundo pero ahora con mayor inocencia, amor incondicional y asombro. Es como volver a ser padres pero ahora la tarea principal no es educar sino consentirlos, disfrutar cada momento y llenarlos de amor.

Su amor es tan infinito que lo demuestran de una u otra forma. Este mismo se ve reflejado incluso en las más pequeñas acciones o detalles que terminan siendo para nosotros las más grandes muestras de amor que nunca recibiremos. Toda esta generosidad, ternura e incondicionalidad, termina siendo percibida por los nietos quienes no tienen más forma de reaccionar que mostrando también mucho amor hacia ellos. Y cuando tristemente estos llegan a faltar, una parte de nosotros parece morir también. No se extrañan esos detalles sino la calidez de un abrazo, las palabras, las historias, las sonrisas, la sabiduría y sobre todo el amor.

Muchos han tenido la fortuna de ser criados por sus abuelos, entonces de todo lo que se ha mencionado han recibido el doble o el triple y son los que mejor saben de la importancia de ellos y el impacto que llegan a tener en la vida de uno. Los abuelos son el mayor reflejo de lo que es el amor puro e incondicional. Estos dejan una huella en el alma que jamás se habrá de borrar. Y toda la sabiduría adquirida gracias a ellos nos termina acompañando durante toda nuestra vida, es un escudo que nos protege y nos alienta a seguir adelante, así como ellos siempre nos ensañaron....